Síguenos…. ¿Para qué?
Hemos sido fieles al efecto llamada, tal y como pasó a la hora de meterse en Facebook y ahora todas nuestras viejas páginas webs han sido remozadas con la ensalada de logos de lo más granado de la Social Media. Entre una cosa y la otra, también se invirtió en SEO buscando el ansiado posicionamiento, pero de esto no va la cosa.
Y así, del “Me gusta” hemos pasado al “Síguenos en”, y aquellos sitios estáticos han pasado a la historia, así los más rezagados pueden ahora coger unas plantillas y montarse su web por cuatro perras, ¡que digo! ¡¡gratis!! … como para no ver por casualidad el spot TV de la gente de 1and1 (guananguan)…. pero a esto le daremos de comer aparte.
Bueno, pues ya está, ya te sigo en Twitter, en Facebook, en tu canal de YouTube y en la madre que parió a Paneque…. ¿y ahora qué? ¡Ah! ¡Ni idea! Pero aquí estamos nosotros, como los demás, que no vamos a ser menos y encima esto casi sale gratis, y no como aquello del SEO, que cobran un pastizal y luego ni me veo en las búsquedas….
Engánchate a la red! Escucha la red! Los gurús de la Social Media, que por cierto brotan como hongos, coinciden unánimemente en estos radiofaros… por algo será ¿no? De momento son ellos los que están haciendo el Agosto, pero me imagino que luego nos tocará a los demás ¿no?.
Este escenario, medio en broma, medio en serio, debe estar presente en muchas Pymes y en otras empresas de mayor tamaño. Son las consecuencias de la disparidad de velocidades con las que se mueven, la evolución tecnológica aplicada al mundo de los negocios virtuales por una parte, y la de gestión del cambio en las organizaciones, por la otra.
Lo que si parece claro, es que los negocios B2C, que tienen al consumidor final en su punto de mira; la Social Media, bien gestionada, representa un arma eficaz para la consecución de sus objetivos empresariales, mientras que, en los negocios B2B, hay que prestar especial atención al “Síguenos en”, no está nada claro en muchos sectores.
Antes del fenómeno de estos canales, los portales y los sitios webs mantenían a su posibles visitantes informados a través de sus módulos de noticias, agenda y demás. Esto se llevaba sin problemas, usualmente, a través de la persona responsable de la comunicación y/o el marketing. El “Síguenos en” puede parecer lo mismo, pero no es así y, por tanto, la persona encargada de aquellos menesteres puede que ya no se defienda tan bien en estas lides.
No, no, tranquilo, que no estamos hablando necesariamente de un Community Manager, puede que si, pero puede que no, que estos profesionales están, como su rótulo muy bien nos indica, para gestionar y manejar “comunidades”. Aquí, lo inteligente es no extender el término a cualquier conjunto de elementos, sean empresas o personas.
Lo fundamental aquí es realizar una profunda reflexión sobre la pregunta que nos hacemos en el título de este post. ¿Para que exactamente queremos que nos sigan? ¿Quienes queremos que nos sigan? ¿Que vamos a aportar realmente a quienes nos sigan? Y, a continuación, ponernos en el lugar de un seguidor tipo, y contemplar que valor estamos dando con tal seguimiento.
Está claro que todos los caminos conducen a Roma, y que en la amplia mayoría, la intención que subyace en todo este esfuerzo de difusión permanente es, simple y llanamente: vender y fidelizar. “Enamorar al cliente”, otra frase de moda surgida de las declaraciones de un alto ejecutivo de HP que ha pasado a engrosar la lista de mensajes sugerentes de cualquier profesional de la Social Media que se precie. Que bonito queda traer el sentimiento humano de mayor importancia al frescor de los negocios.
Esto me ha traído a la memoria una slide de una presentación de un influenciador en el ámbito del Social Marketing, en el que aparecía un bebé dentro de una bolsa en la que se leía “Nacido para Comprar”. Otro de los mayores valores llevado al extremo.
Es muy importante considerar que si los vaticinios llegaran a cumplirse, no lograr integrar estos canales en los modelos operativos de las empresas podrá suponer el final de un camino. Como podemos comprobar, el sector TIC brilla últimamente por un tremendismo singular. Si no te ven en Google estás muerto. Si no usas los canales Social Media estás muerto. Si no te pasas a la nube, estás muerto. Luego que nadie se queje de que han sido avisados ¿con tiempo?
Definitivamente hay que probar, pero probar con convicción absoluta, aunque esta sea forzada, sobre todo desde la cúspide de la pirámide organizativa, que debe abanderar la Social Media y el 2.0 (y el 3.0) con todas sus fuerzas. Pero, ojo, que la gratuidad aparente y la facilidad que transmite, no nos confundan. Si alguna vez ha necesitado de verdad el asesoramiento externo, e invertir en ello, sin duda, es ahora.
Y vayan con cuidado con las métricas de la experiencia, algunos van por ahí pregonando años de experiencia superiores a las apariciones de herramientas y tecnologías, así como que aquí, desgraciadamente, se cumple el hecho de que un éxito pasado no implica otro futuro. Mucha suerte y que sus seguidores saquen el máximo provecho de hacerlo.